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Contrariamente a la hipótesis de la nitrosamina como factor cancerígeno,
Hall y cols hallaron que los compuestos de N-nitroso en el jugo gástrico y
la N-nitrosoprolina en orina de pacientes gastrectomizados o portadores de
anemia perniciosa se relacionaban negativamente con el pH intragástrico. Sin
embargo, y a favor de la hipótesis, los niveles intragástricos de nitritos y
bacterias sí se relacionaban positivamente con el pH intragástrico.
Knight y otros investigaron en 16 voluntarios la excreción
urinaria de N-nitrosoprolina (NPRO) a continuación de la ingestión de
alimentos con alto contenido en nitratos, con y sin 500 mg de L-prolina. La
tasa de excreción de los que consumieron L-prolina fue significativamente
superior a la excreción de los que no la consumieron. Cuando se adicionó
Vitamina C, no se encontraron significativas diferencias en la excreción de
NPRO después de la ingestión de alimentos ricos en nitrato, y prolina. |