Con frecuencia ocurre que, al calor de una reunión donde concurren varios decisores que representan diferentes sectores de la sociedad, exista alguna presión en lo tocante a la determinación de las prioridades de cada cual.

Resulta lógico, pues es cierto que "cada cura predica por su capilla".

No obstante, ante un método de determinación de prioridades basado en la lógica y en elementos objetivos, hasta el más recalcitrante y testarudo discutidor entra en razones.

Después de muchas reuniones donde este método ha probado su eficacia, creemos que vale la pena darlo a conocer de una manera sencilla y lo más amena posible. Esto evitará muchas discusiones… y nos revestirá de un prestigio considerable.

Sin más, les invito a compartir el sistema.