Algunos puntos en nuestro conocimiento de la intoxicación por plomo en 2 milenios.
· Dioscerides, médico de Nerón y cirujano en el ejército, escribió que “ el ploma hace que vague la mente”. En el siglo XVIII, Benjamin Franklin, en una carta a su editor, Benjamin Vaughan, gráficamente describió el cólico y muñeca flácida que afectaba a entintadores, pintores e impresores.
· En el siglo XIX Charles Dickens describió una visita a una fábrica de plomo fuera de Londres, una mujer gravemente enferma quien había trabajado ahí.
· Hasta 1892, cuando J. Lockhart Gibson, en Brisbane Australia, describió intoxicación por plomo en niños, se pensaba que el plomo sólo dañaba a los mineros y a los bebedores de vino.
· Después del reporte de Gibson, se creyó que si un niño se intoxicaba con plomo, o moría o se recuperaba sin secuelas. En 1943, Randolph Byers reportó que 20 pacientes niños “recuperados” de intoxicación con plomo, 19 tenían problemas de conducta, fracaso escolar o estaban dañados mentalmente.
· Se creyó que las secuelas de la intoxicación por plomo en la infancia se encontró sólo en niños quienes habían sufrido una encefalopatía clínica.
· En 1991 el CDC señaló “ Un plan estratégico para la eliminación de la exposición al plomo en la infancia” , un documento histórico de prevención primaria para eliminar el plomo del ambiente antes de entrar a los organismos de los niños.
· La evidencia de déficit cognitivo en niños quienes tenías elevaciones asintomáticas de exposición al plomo fue tan fuerte que el reporte NAS concluyó que la toxicidad del plomo se encontró en niños con niveles de plomo de 10µg/dl, o quizá más bajos.”