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Continuaremos trabajando para fortalecer la
seguridad de los materiales, lugares, experiencia y tecnologías que puedan
ser explotadas por bioterroristas. También confirmamos nuestro compromiso a
la Convención de 1972 sobre la prohibición del desarrollo, producción y
almacenamiento de armas bacteriológicas (biológicas) y toxinas y en su
destrucción.
Hemos señalado a nuestros oficiales y expertos trabajando en estos temas
críticos que expandan su cooperación y consulta fortaleciendo los esfuerzos
internacionales. |