front |1 |2 |3 |4 |5 |6 |7 |8 |9 |10 |11 |12 |13 |14 |15 |16 |17 |18 |19 |20 |21 |22 |23 |24 |25 |26 |27 |28 |review |
Construido por el
grupo GHN Supercourse. Transición epidemiológica y salud Hoy, se asume ampliamente que con el aumento del crecimiento económico, los países en desarrollo seguirán el mismo curso que Europa y Norteamérica, y experimentarán lo que se ha dado en conocer como la "transición epidemiológica" Este término describe los patrones cambiantes de la enfermedad que acompañaron las mejorías globales en la salud en los finales del siglo 19 e inicios del siglo 20. A medida que las tasas de mortalidad declinaban y la expectativa de vida ascendía, estas poblaciones experimentaron un cambio en el patrón de enfermedad, de uno dominado por las enfermedades infecciosas, a uno dominado por los trastornos crónicos tales como la enfermedad cardiaca y cáncer. El cambio a las enfermedades crónicas puede explicarse parcialmente por el hecho de que mucha más gente estaba viviendo hasta la edad en que ocurren las enfermedades crónicas. Aún así, esta transición representó no solo una simple sustitución de un conjunto de problemas por otros sino una mejoría global en la salud. Los elementos de esta transición epidemiológica están de hecho ocurriendo ahora, en diversos grados a través de gran parte del mundo en desarrollo. En algunos de los países de ingreso-medio de América Latina y Asia, por ejemplo, las enfermedades crónicas tienen ahora una mortandad tan grande o aún mayor que las enfermedades infecciosas. [1]. Pero esta transición de ningún modo es completa. Muchos países, especialmente los más pobres, todavía tienen una gran carga de enfermedades infecciosas junto con un creciente problema de enfermedades crónicas. Estas poblaciones no han cambiado un conjunto de problemas por otro: en vez de eso, están sufriendo de ambos, en lo que se conoce como la "doble carga" de enfermedad.[2]. Tampoco la transición es inevitable. Como la historia de la Revolución Sanitaria lo ilustra, se necesitan políticas concertadas e inversiones para mejorar tanto la calidad del ambiente, como la salud pública.1. Christopher J. L. Murray and Alan D. Lopez, eds., The Global Burden of Disease: Volume 1 (World Health Organization, Harvard School of Public Health, and The World Bank, Geneva, 1996), p. 18.2. A. Rossi-Espagnet, G.B. Goldstein, and I. Tabibzadeh, "Urbanization and Health in Developing Countries: A Challenge for Health for All," World Health Statistics Quarterly, Vol. 44, No. 4 (1991), p. 208. |