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Los aneurismas de
la aorta abdominal (AAA) se encuentran como hallazgo en el 1 a 4% de las
autopsias de individuos mayores de 50 años. Su localización más frecuente es
afortunadamente infrarrenal. Su etiología habitual es ateroesclerótica y
afectan en un 85% a los hombres. Cursan asintomáticos durante largo tiempo y
clínicamente suelen debutar con una ruptura. Su tamaño puede ser estimado
con un grado de exactitud de 2 a 3 mm con la escala ultrasonográfica de
Gray. Con este método se ha demostrado que los aneurismas crecen
gradualmente, de modo que el riesgo de ruptura es de 10% al año para los
aneurismas menores de 5 centímetros, y más del 40% para aquéllos mayores de
7 centímetros. Sin embargo, los aneurismas pequeños también se rompen, y en
una serie de autopsias realizadas por Darling, el 18.1% tiene menos de 5
centímetros; de este modo es la presencia del aneurisma y no su tamaño lo
que hace su indicación quirúrgica. La embolización, la obstrucción
intestinal, la dilatación aneurismática aguda o la ruptura, son
complicaciones que hacen cambiar la indicación operatoria de electiva, hasta
en algunos casos, la extrema urgencia. La menor incidencia de mortalidad en
aneurismas rotos ha sido reportada por Laurie, de la Clínica Baylor, con un
14.8% de mortalidad. Sin embargo, la mortalidad de las diferentes
publicaciones finalmente depende de la definición de aneurisma roto; en este
grupo por ejemplo, un 30% de los pacientes no tenía hipotensión al ingreso.
La mayoría de las series de los años setenta reporta una mortalidad de un 50
a un 70%. |