El final de nuestra consideración estratégica es que invertimos hoy más en
investigación clínica
que en investigación
básica. Casi 5/8 de nuestros dólares son gastados en investigación
clínica, debido a que el público merece respuestas más rápido
mientras estamos encontrando información adicional del por qué
algunas de estas prácticas trabajan, cómo trabajan, y qué
interacciones pueden tener. Esto es lo exactamente opuesto en otros
INS, los cuales invierten primariamente en descubrimientos básicos.