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El objetivo
principal de la valoración dosis – respuesta es describir la relación
cuantitativa entre la cantidad de exposición a un agente y la extensión de
una respuesta adversa (por ejemplo, entre dosis e incidencia). El daño es
conocido como un efecto no umbral si puede ser pensado como causado por una
exposición única o breve. Un ejemplo común de este tipo es el cáncer de
pulmón causado por la inhalación pasiva del humo del cigarrillo en no
fumadores. Ha sido demostrado (Doll, 1978) que la incidencia anual de cáncer
de pulmón en fumadores se correlaciona con el numero de cigarrillos fumados
por día. No se sabe, sin embargo, si aun una pequeña cantidad de exposición
al humo del cigarrillo es capaz de iniciar el proceso complejo del cáncer
(de pulmón). Como fuera respaldado por otros datos epidemiológicos en
animales, varios tipos de cáncer (por ejemplo, causados por radiación) se
piensa que también integran esta categoría no – umbral. En la región de
dosis baja, para la cual los datos experimentales no están disponibles
usualmente, la incidencia (la respuesta) puede ser extrapolada solamente a
través del uso de algunos modelos estadísticos o fisiológicos. Este tipo
de extrapolación es necesaria ya que el fin último de la Salud Pública es
proteger tanta gente en una comunidad como sea posible, incluyendo aquellos
expuestos a muy bajas dosis. Los modelos que apoyan un efecto umbral son
también utilizados para la extrapolación de incidencia en la región de dosis
baja, pero típicamente para efectos distintos del cáncer tales como, la
inhibición de la colinestresa o la reducción de la fertilidad. En este tipo
de curvas dosis – respuesta, se asume que no ocurre respuesta toxicológica
hasta que una cierta dosis umbral se alcanza. |