En algunos estudios observacionales, ingesta en la dieta de
carotenoides y de vitamina C han sido relacionados a disminución del
riesgo. Un estudio controlado, aleatorizado, en gran escala, fracasó
para mostrar un efecto protector del beta-caroteno o de la vitamina
E en Finlandia, mientras que en un estudio en área de alto riesgo en
China, donde se sospechaba deficiencia de vitamina, mostró una
pequeña reducción del riesgo de cáncer gástrico entre aquellos
tomando un combinado de beta-caroteno, vitamina E, y selenio. Uso
suplementario de vitaminas antioxidantes no parece conferir
disminución en el riesgo de cáncer gástrico.