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Transfusión de
sangre infectada tiene un 95% de riesgo de infectar al paciente cuando una
unidad de sangre es transfundida. Prevención de la transmisión del VIH a
través de esta ruta, deberá primero involucrar previniendo o tratando los
casos de anemia y pérdida de sangre para reducir la necesidad de transfusión.
Reducir esta necesidad puede lograrse por proveer intervenciones
nutricionales para prevenir o tratar deficiencias nutricionales ;
administrando medicamentos para prevenir o tratar el paludismo (malaria) e
infestaciones parasitarias.; realizar manejo de rutina activo de la tercer
fase del trabajo de parto, para minimizar la probabilidad o severidad de
hemorragias postparto; promover el uso de métodos anticonceptivos efectivos
para mejor espaciamiento entre embrazos y y permitir mejor recuperación de
la anemia relacionada al embarazo y al parto. En muchos casos, reemplazo
de volúmen con cristaloides o coloidales puede reducir la necesidad de
transfusión. |