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No hay simple definición de desordenes del uso
del alcohol “severos”. Para algunos representa la magnitud de las
consecuencias biomédicas o psicosociales; otros miden severidad en términos
de síntomas de DSM o ICD. Algunos investigadores ven severidad en terminos
de cronicidad del desórden o la actual cantidad de alcohol consumido. Con
esto en mente, esta diapositiva sugiere un espectro de intervenciones que
podrían ser aplicadas basadas en la severidad clínica del desórden. Para
bebedores en riesgo y personas con uso peligroso de alcohol, los clínicos
pueden facilitar el auto-cambio a través de consejo breve para prevenri
complicaciones y la progresión a un desórden más severo. Para aquellos con
temprana a crónica dependencia al alcohol, un rango de terapias conductuales
y farmacológicas están disponibles, con intervenciones intensivas para
severidad aumentada. Como con otras enfermedades crónicas, los casos más
severos requieren manejo de la enfermedad sostenido o intermitente.
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