Durante
algún tiempo la evidencia epidemiológica ha sugerido que el volumen de
cáncer en la población
está relacionado al ambiente. Y es
interesante ver como las prioridades de investigación dentro de esta
categoría han cambiando al llegar
Al al INC – de perseguir los virus oncogénicos en los 60’s, a los
químicos carcinogénicos en los 70’s al estilo de vida en los 80’s –
antes de la evolución molecular y genómica. Mientras que los factores
genéticos y epigenéticos claramente señalan el desarrollo y progresión
del cáncer, el rol de genes heredados ha sido difícil de evaluar. La
carga de cáncer debido a mutaciones genéticas de alta penetrancia
asociadas con los síndromes hereditarios parece ser menor. Pero la
evidencia de acenso es común, genes de baja penetrancia – pueden tener
un substancial impacto a través de combinaciones con otros y con
factores ambientales, y parece
probable que interacciones gene-ambiente sostienen la clave para un gran
porcentaje de cánceres. La categoría llamada “espontánea” se refiere a
tumores que surgen de eventos genéticos aleatorios en ausencia de
susceptibilidad o exposición conocidas. Pero la proporción de tales
casos, pienso, disminuirá al alcanzar mejor entendimiento de los
mecanismos causales.