El año previo, 1901, el Laboratorio
de Higiene había sido reconocido por primera vez en un estatuto. El
“experimento” con la ciencia en el gobierno federal fue tan exitosos
que el Congreso autorizó $35,000 para un edificio aparte para el
laboratorio en un acta de apropiaciones suplementaria ese año. Note
que el Laboratorio tenía la autoridad para investigar “enfermedades
infecciosas y contagiosas y temas correspondientes a la salud
pública”. Asi fue la legislación orgánica para los Institutos
Nacionales de Salud escrita en ley.